Dos chilangos nos cuentan nos cuentan su experiencia viviendo “hasta-hasta” arriba.
Por Abril Mulato
“Se renta cuarto de azotea, acogedor, con baño de regadera, perfecto para estudiantes o una persona sola. Excelente ambiente de respeto”.
“Rento habitación con entrada independiente (Se ubica en azotea de edificio pequeño de 4 pisos). El baño es aparte y se comparte. Ocupación preferible 1 persona o pareja“.
“Cuarto de azotea en renta de 15 m2 en excelente ubicación a un costado del metro. Baño completo dentro del cuarto”.
Cualquiera que haya intentado encontrar un lugar para vivir en la Ciudad de México se ha topado varias veces con este tipo de anuncios en sus interminables búsquedas por la web. Y es que es inevitable cuando te aferras a vivir en una urbe en donde el precio promedio de una habitación en renta es de $5.500 pesos según nuestro más reciente barómetro de colonias de la Ciudad de México.
Ojo, estamos hablando de lo que cuesta rentar una habitación no del alquiler de un departamento entero. En contraste, la renta de un cuarto de azotea oscila entre los $1.000 y $3.000 pesos y es probablemente eso lo que los hace tan atractivos para algunos.
Vivir en una azotea tiene ventajas y desventajas, pero también conlleva muchos aprendizajes o al menos así lo creen dos chilangos que se la rifaron y decidieron mudarse “hasta-hasta” arriba de un edificio y que nos contaron sus experiencias.
Rodrigo, 34 años.
Soy músico y productor. Venía regresando de una gira y no tenía departamento. Me iba a ir a vivir con un amigo a un lugar más fresón de esos que tienen todos los amenities, pero un día iba manejando sobre periférico y no contaba con que rescataría a un perrito. Así llegó Popeye, mi segundo perro, a mi vida.
Tuve que buscar otra cosa y encontré un departamento que estaba en la azotea, pero era muy barato y me dejaban tener a mis dos perros y fui muy feliz.
En el espacio no había divisiones, tenía una cocina chiquita pero funcional, una sala de estar, espacio para comedor, un cuarto bastante grande y una terraza.
Las ventajas
La ventaja de vivir hasta arriba es que a todos los demás vecinos les vale madre lo que hagas con tu vida. No se enteran de nada. Yo hicie fiestas y nunca tuve ningún problema. Era un lugar muy barato para la zona y si querías salirte un poco de la ciudad era un buen espacio porque eras parte de, pero al mismo tiempo no. Yo sentía que estaba hasta arriba observándolos a todos.
Las desventajas
Había cero glamour, tenías que pasar por todos los tanques de gas y por todos los tendederos de los vecinos para llegar al departamento. Conocí la ropa interior de todos mis vecinos. Si hubiera tenido 18 años tendría mucha onda pero a los 28 ya no. Además estaba en un quinto piso sin elevador y era terrible subir esas escaleras y por los perros salía y entraba muchas veces.
Los aprendizajes
Aprendí que debía tener una bolsita especial para aventar las llaves a la gente y no tener que subir y bajar; que hasta arriba podía hacer música y tocar sin molestar a nadie; y también que ya no puedo vivir en un lugar así porque mis papás ya son grandes y subir tantas escaleras significó que no me visitaran regularmente.
Lo raro
Un día que estábamos grabando en mi departamento. Todavía no aprendía lo de la bolsita y se nos hizo ponerle a una extensión las llaves pegadas y un amigo aventó la extensión por la terraza y rompimos una ventana de otro departamento. Era el departamento de una persona que tenía más de 93 años.
Cuando fui a pedirle disculpas terminó contándome su historia y me dijo que sus hijos la abandonaron y que no entendía por qué Dios no se la llevaba. Me quedé platicando con ella un ratote, me contó que le iba a los Pumas y a los meses falleció. Fue algo muy extraño. Por una ventana rota conocí a una persona con una gran historia.
Jennifer, 25 años
Hace 5 años yo estudiaba y vivía en el Estado de México y por cuestiones económicas, tuve que dejar de estudiar y cambiar mi residencia para obtener un trabajo que me ayudara a regresar a la universidad y solventar mis gastos. La única manera de lograr esto fue vivir en el cuarto de servicio del depa de mi hermana y mi cuñado en la colonia Roma.
El espacio estaba en la azotea y era un lugar de 3×3 metros con baño aparte. Tenía una ventanita que apenas lograba iluminar el área y alfombra.
Las ventajas
La principal fue que no pagaba nada porque mi familia me hacía el paro, de otra manera no hubiera podido solventar mis gastos. Otra cosa es que puedes disfrutar del cielo, pensar cosas y fumarte un cigarro.A mi me gustaba salir al pasillo y sentarme a reflexionar sobre mi vida.
Las desventajas
Mi cuartito estaba justo arriba del depa de mi familia entonces debía tener mucho cuidado para no hacer ruido y así no molestar. Tenía que compartir el baño y no tenía cocina ni dónde guardar alimentos. Había polvo todo el tiempo y mucha humedad lo que hacía que mi ropa y cositas olieran un poco extraño.
Los aprendizajes
Yo aprendí puras cosas padres. Fueron 5 años pesados, pero me hice más fuerte e independiente y también me di cuenta de lo afortunada que soy al contar con personas que siempre estarán para apoyarme en malos y buenos momentos. Me di cuenta de que soy capaz de valorar un hogar, de ser agradecida con mi familia, de mantener orden e higiene y lo más importante: de entender que no siempre voy a estar acompañada y que está bien estar sola y reflexionar sobre la vida.
Lo raro/incómodo
Siempre debía cuidar de no hacer ruido si echaba pasión con el novio o de no gritar si estaban mis amiguis.
Al principio dormía en un sofacama, pero luego mi hermana me regaló un colchón y fui la más feliz.