Desde la quesadilla sin queso al tráfico sin fin, te decimos todo lo que debes saber si vas a mudarte a la CDMX.

La Ciudad de México es un universo lleno de fenómenos extraños que para los locales son el pan de cada día, pero que los foráneos sufrimos en secreto. Te decimos algunos:

Para mudarte a la CDMX, debes aceptar el caos con vida propia

  • Que no te sorprenda ver al chofer de un pesero manejando como Dominic Toretto en Rápido y Furioso. Ellos no tienen piedad. Tendrás que hacerte “cafre” si quieres llegar a algún lugar en auto.
  • ¿Te imaginas planear con al menos dos horas de anticipación el ir a cualquier lado? ¿Y que un lugar a 30 minutos esté muy cerca? Pues la vida en la capital es así. Incluso hay personas que pasan 6 horas al día en el transporte público para ir y regresar de su trabajo. 
  • El cálculo del éxito en una relación de pareja depende mucho de si viven del mismo lado de Periférico. Si no, es técnicamente una relación a distancia. 
  • No hay certeza de nada. Sales todos los días de tu casa con la esperanza de que no hayan cerrado alguna estación del Metrobús o que el metro no esté retrasado. Siempre cabe la posibilidad de que una marcha sorpresa altere tu rutina del día. Y en días de contingencia ambiental cambia el rol del “Hoy no circula”. Entonces, no podrás ir en coche a trabajar y tendrás que salir una hora antes de lo planeado. 
  • Hay todo un protocolo no hablado al usar el transporte público, como moverte constantemente de lugar para que entren más personas y anticipar tu bajada desde dos paradas antes para que no te pierdas en la marabunta de gente que sube y baja. En horas pico, es muy normal ver a personas colgadas de la puerta de un camión, paradas apenas con un pie en el último escalón. 
  • En la Ciudad de México se vive al límite, y el ritmo acelerado combinado con la altura pone a la gente más estresada de lo normal. No esperes que el pasajero que va junto a ti en el metro te haga plática. La mayoría de las personas ni siquiera te miran a los ojos, ya ni se diga saludar. 
  • Tener de archi-enemigo a un viene-viene es lo peor que le puede pasar al dueño de un auto, así que le tienes que dar dinero por mero “derecho de piso” aunque realmente no cuide tu coche. 
  • El 28 de cada mes verás a jóvenes pidiendo cooperación mientras cargan figuras de tamaño real de San Judas Tadeo. No salgas de tu casa el 28 de octubre, el mero día de “San Juditas”. También te sugerimos que no vayas a Iztapalapa en viernes santo, ni rumbo a la Basílica de Guadalupe el 12 de diciembre o a Xochimilco en las fiestas del Niñopa. Transitar por la ciudad en esos días es considerado un deporte extremo. Considéralo, si vas mudarte a la CDMX

El delicado debate de la quesadilla sin queso y otros platillos raros

  • Si quieres una quesadilla con chicharrón, tienes que pedirla “de chicharrón con queso”, de lo contrario te darán un taco de chicharrón. Y ojo, las quesadillas pueden ser fritas o al comal. No cuestiones acerca de esto a alguien que nació en la Ciudad, es como un botón que los hace ponerse territoriales.
  • La “guajolota” es una torta que lleva un tamal adentro. En ocasiones el tamal puede ser frito, y lo común es acompañarla con un vaso de atole. Sí, carbohidratos rellenos de carbohidratos con más carbohidratos. Es una bomba para las arterias y el corazón, sin embargo, es el almuerzo preferido de muchos porque te llena pagando poco. Si nunca las has probado, te recomendamos pedir una guajolota de tamal en salsa verde. Es un gusto adquirido, puedes llegar a amarlas. También, está su prima hermana la “tecolota”, que es una torta de chilaquiles (tortilla frita con salsa), otro plato con alto contenido calórico. 
  • Las tostadas de pata, las gorditas de chicharrón prensado, los tlacoyos, las tostadas con crema, las patitas de pollo, los dorilocos, las gomichelas, el chicharrón con cueritos y los tacos de suadero son platillos muy propios de la ciudad. Y los amas o los odias. Tienes que probarlos todos al menos una vez. 

Por cierto, si buscas comida tradicional sabrosa, te recomendamos ir a comer a La Casa de Toño. El “flan de la abuela” es lo mejor y un must si has decidido mudarte a la CDMX.

La inferioridad de “los de provincia”

  • En la CDMX hay un complejo de superioridad curioso. Cuando alguien de la Ciudad de México habla de “provincia”, se refiere a todo estado o municipio de la República Mexicana que no sea la Ciudad de México. Si te llaman “provinciano” te están tachando de silvestre o ingenuo. 
  • Como foráneo recién llegado, tienes que ganarte el título de Chilango probando tu valor y capacidad de adaptación a la cultura de la Ciudad. Aquí te dejamos un artículo acerca de qué tan difícil es dejar la ciudad que te vio crecer para mudarte a la CDMX.

La cultura “Godínez”

  • En el resto del país, Godínez es un apellido como Pérez, Fernández o López. Pero en la Ciudad de México, Godínez es un sustantivo. Ser un Godínez (o “godín”) es ser asalariado en una empresa que requiere trabajo de oficina. Hay diferentes rangos de Godínez, y hay rituales (como formarte con tu tupper en la fila para el micro-ondas a la hora de la comida) muy arraigados. Es una subcultura compleja difícil de entender para quien no la vive.

Estas son sólo algunas de las peculiaridades que considerar si estás pensando mudarte a la CDMX. ¿Qué otras cosas se te hacen raras de la capital del país? Confiesa, no le diremos a nadie.