Tenemos la creencia que los roomies serán como unos hermanos, pero no siempre pasa así, la convivencia al compartir departamento puede crear sentimientos más fuertes hacía tu roomie y enamorarte profundamente o simplemente tener algo casual, pero ¿qué tan bueno es llevar una relación con tu roomie?. Si no te has enamorado o salido con tu roomie, pero estás siendo tentado, aquí te contamos algunas experiencias sobre cómo es salir con un roomie.

Tu roomie podría ser tu mejor amante

-Sayari Blue

“Ligarme a mi roomie fue algo de lo más bonito y excitante que me ha pasado en la vida. Esa personita con la que decidí vivir se convirtió en mi mejor amigo y en mi mejor amante. Piénsalo un momento y cada día tu roomie te conoce más, sabe cuáles son tus manías (buenas y malas), tus vicios, tus mejores y peores momentos en la vida, ya que al compartir depa, estás compartiendo tu vida por completo con otras personas. El cariño y la atracción comienza cuando deciden convivir más tiempo del necesario y se interesan por el bienestar del otro, sin que exista una obligación de por medio. Y de repente ¡pum!, en una noche de netflix y cervezas, comienzan los besos y deciden continuar porque el cariño surgió sin darse cuenta. Nunca supe como fue que llegamos a ese punto pero no me arrepiento y lo volvería a hacer una vez más, porque total si nunca te atreves, nunca sabrás lo que te tiene preparada la vida”.

Tres son multitud

-Anónimo

“Me encontraba buscando un depa para vivir, en la universidad conocí a una chica que me pareció muy simpática y atenta conmigo, por lo que me propuso que nos fuéramos a vivir juntas con un amigo de ella, el único inconveniente era que teníamos que compartir habitación, pero no tenía problema con ello, así que acepté. Nos mudamos y todo iba muy bien hasta que un día de fiesta nos terminamos besando y comenzó una relación muy casual con ella, ya que compartíamos habitación se fue convirtiendo en algo más íntimo. Mi otro roomie (su amigo) moría ella y comencé a notar cosas extrañas en la manera en la que se relacionaban, cada vez pasaba más tiempo con él y yo pasé a ser un segundo plano en su vida. Un día hicimos una fiesta en el depa y ya un poco borrachos y solos comenzamos a hacer retos, por lo que no me pregunten cómo terminamos besándonos los tres, ellos querían llevar la situación a otro nivel, pero no accedí. Al siguiente día y varias semanas después todo se tornó muy extraño los tres estábamos llevando una relación, ya que el chico y yo estábamos muy interesados por ella y ella a ninguno le decía que no. Tiempo después me hice a la idea de que ella no cambiaría y que jamás sería una prioridad en su vida por lo que decidí mudarme y alejarme de ese trío amoroso”.

Juntos pero no revueltos

-Anónimo

“Llegué a México y tras mudarme a un par de casas, en la que por fin me instalé conocí a una chica, yo estaba soltero y acostumbraba a tomar bastante mientras cocinaba. Un día ella llegó mientras yo cocinaba y comenzó a platicar conmigo, le invité del ron que estaba tomando y hablamos por un buen rato, terminando en una cena para dos. Alcohol, comida, conversación, ambos habías terminado recientemente con nuestros ex, por lo que hubo una conexión instantánea, empezamos con un beso para terminar en su cuarto. ¿Divertido? Si. ¿Recomendable? No mucho. Es como cuando te relacionas con alguien del trabajo, necesitas ser realmente maduro para saber separar las cosas. En este caso yo no quería una relación, pero ella si, así que todo se volvió incómodo en poco tiempo y más porque vivía a un cuarto de distancia del mío. Las desventajas que yo vería es que estás forzado a ver esa persona, te sabes sus horarios y ella los tuyos, se tienen que topar en más de una ocasión en área comunes. Las ventajas es que si realmente te conectas con esa persona puedes tener una relación bonita porque ya viven en el mismo lugar, juntos pero no revueltos ya que cada quien tiene su espacio pero es muy fácil compartir tiempos tipo llegar a casa coger o lo que sea y luego cada quien se va a hacer cosas a su cuarto, pero en mi caso eso duró poco ya que es muy fácil cansarse”.

Camaradería sexual

-Arturo Bernabe

“Tenía 3 meses de vivir en mi primer departamento en Reynosa Tamaulipas; al momento todo iba muy bien  pero mi amigo tuvo que irse del departamento al segundo mes por lo que yo tenía que pagar la renta completa, dinero con el que no contaba. Dando lastimas entre mis amigos al contarles esto, una amiga que se enteró (la cual por cierto me gustaba mucho) y se fue vivir conmigo, yo nunca había vivido con una mujer que no fuera mi madre, eso me puso muy nervioso al principio pero todo resultó extrañamente cómodo para ambos. Un día ella llegó en la noche muy triste porque había sido parte del recorte de personal en la empresa que trabajaba. Como mi vida en ese momento se encontraba sin muchos problemas yo pensaba que podía ser un buen soporte moral para sus tristezas así como ella lo fue para mí en su momento; platicamos, fui rápido por una botella de mezcal que tenía guardada para que se relajara. Empezamos a tomar y pronto una cosa fue llevando a otra hasta que en algún momento sólo recuerdo estar tomando de la botella y de ahí obscuro, lo siguiente es que despertamos juntos en la cama. Contrario a lo que pensé nos sentimos cómodos, todo fue muy natural, la situación duró así un mes con nuestra camaradería sexual hasta que afortunadamente (desafortunadamente para mí) consiguió trabajo en Monterrey por lo que tuvo que mudarse. Se llevó sus cosas y a los pocos meses estableció su vida allá. A mí sólo me quedó un muy buen recuerdo que rememoró y me consuela cada vez que veo a mis roomies actuales que son unos vagos desordenados”.

Ningún compromiso, sólo pasarla bien

-Janeth

“Lo conocí el primer día que llegue a mi depa en Santa Fe, ese día fui por mi mandado y el muy amablemente me ayudó y se presentó conmigo. Desde ese día nos pasamos nuestros números, los siguientes días comíamos y cenábamos juntos en casa, hasta que un día tocó a mi puerta, aún recuerdo la forma en la que mi corazón palpitó de la emoción que sentía. Le abrí la puerta y sin esperar nada me dio el mejor beso que me hayan dado hasta ahora y ahí comenzó nuestra historia. Al día siguiente, él me planteó los términos de esa relación, no quería compromisos, solamente pasarla bien, yo estaría solamente dos meses en la ciudad así que decidí aceptarlo. Los días pasaron y las noches de pasión incrementaron, ¡los mejores meses de mi vida!, pero todo fue tornándose diferente ya que comencé a verlo como un novio y me enamoré de él. Él por su parte me dejo otra vez las cosas claras, no quería más que un free. Yo seguí insistiendo, hasta que me enteré que se le había declarado a otra roomie, la cual era mi amiga, en ese momento sentí mucha furia, por lo que ahora fui yo la que puso las condiciones, me quedaban pocos días en la ciudad y le dije que se enfocará sólo en mi. Él aceptó y fueron días increíbles, el momento de irme llegó, por lo que esa bonita historia pasó a ser el recuerdo del mejor roomie que he tenido. Actualmente él tiene novia y somos muy buenos amigos, no sé si recomendaría tener algo con un roomie, porque cuando las cosas se ponen difíciles es súper incómodo, pero ¿qué les puedo decir?, no me arrepiento de nada y si tuviera la oportunidad lo volvería a repetir, una y mil veces sin pensarlo”.

Ahora que ya sabes TODO lo que implica tener una relación con tu roomie, sólo te queda decidir si vale la pena tomar el riesgo, algo a lo que muchos millennials le huyen, ya que prefieren vivir con roomies y no con parejas, ¿tú de qué lado estás?.