Hay muchas estrategias para incrementar nuestra productividad que, aunque funcionan, tienden a ser bastante aburridas porque son “muy adultas”. Existen nuevas maneras mucho más cool de sacarle el máximo provecho a nuestro día: te presentamos la gamificación.

La gamificación (o ludificación) es el uso de reglas o elementos que normalmente verías en un juego, pero en un contexto completamente distinto.

La gamificación te permite ser el protagonista de tu propio videojuego. ¡Encárgate de cumplir tus tareas para mantenerte con vida!

Se está poniendo de moda usar la gamificación en el aula o en el trabajo. En nuestro caso, gamificar nos ayudará incrementar nuestra productividad y organización al ganar premios por hacer esas cosas que de todos modos tienes que hacer, como limpiar tu depa o dejar de procrastinar. Digamos que es una forma de engañar a nuestro cerebro para motivarnos mucho más a cumplir nuestras metas y hacerle creer que algo que normalmente sería tedioso, puede ser divertido. ¿Quieres saber qué necesitas para hacer de tu vida adulta un juego de mesa? Sigue leyendo.

#1 En la gamificación debes ganar puntos

Al gamificar, tu cerebro será engañado con las recompensas y pronto estarás disfrutando lo que odiabas hacer para ganar.

Los puntos te sirven para llevar un registro de cómo has progresado, puedes ganarlos o perderlos si no cumples una meta. Por ejemplo: una manera de sentirnos productivos es arreglando nuestra cama por las mañanas, y si ese acto tan sencillo nos puede dar 2 o 3 puntos (los que tú decidas), entonces estaremos más cerca de una meta diaria o semanal. Por el contrario, no hacer una tarea puede quitarnos puntuación y alejarnos del premio o insignia.

#2 Implementa niveles de dificultad al gamificar

Esta dinámica se apoya mucho de los puntitos que debes ir generando. Para que la gamificación funcione debes ponerte un plan o meta, por ejemplo escribir esa tesis que has venido postergando: cada vez que logres terminar un capítulo subes un nivel y ganas una recompensa. ¿Qué tal un día de spa en casa?

#3 Desafíate a ti mismo

La idea general de ganarse una recompensa viene de haber superado un reto y si lo que estás planeando es estudiar para ese examen de ingreso a la maestría pero no logras “sacar tiempo para estudiar y prepararte” entonces gamificar tu progresión hacia esa meta te hará sentir que realmente estás avanzando y cumpliendóla.

¿Lo cumpliste? entonces dáte un premio

Lo mejor de esto es que si logras llegar a una meta planeada o te parezca muy pequeña, puedes darte el reconocimiento que mereces; ya sea con una insignia por haber tendido tu cama 3 días seguidos y luego por una semana (sí, sabemos que esto te sonará de algún reality de televisión donde los famosos van a rehab) o haber terminado un capítulo de tu tesis y mandarlo al asesor para que lo revise y darte una recompensa personal, como cenar algo de lo que tengas mucho antojo o pidiéndote un capricho por internet (quizás alguno de estos gadgets buenos, bonitos y baratos te agraden como trofeo por ser un buen adulto independiente)

Recuerda que lo esencial es hacerlo tan divertido y desafiante como puedas, lo que buscamos es encontrar esa motivación adicional para transformar lo simple en extraordinario. 



Para comenzar a organizarte de una manera divertida, te recomendamos que bajes la app Habitica a tu cel. E incluso si eres del tipo competitivo, puedes probarte a ti mismo por qué eres el mejor. Si andas en mood de jugador, checa estos 4 juegos de mesa para probar con tu roomie, y hablando de productividad, no dejes de checar este artículo para aprender a trabajar de manera inteligente.