Los mexicanos no están listos para dar “el sí” cuando de rentas compartidas se trata. Así lo revela una encuesta reciente sobre las preferencias de los jóvenes al momento de elegir con quién compartir departamento, en el que los millennials prefieren vivir con roomies que con su pareja.
De acuerdo con lo contestado por sus usuarios de Dada Room, hasta 39% de los jóvenes prefiere vivir con un roomie que con su pareja, incluso aún ya habiendo pasado por la experiencia de compartir departamento con ambos.
“Los millennials le dan una gran importancia a la independencia, sobre todo porque es un grupo de adultos jóvenes que, a comparación de las generaciones anteriores, tuvieron un proceso más largo para dejar la casa de sus padres. Por ello, no desean adelantarse al proceso de sentar cabeza”, explicó Pamela Olvera, fundadora de DadaRoom.com. Esta idea, indicó la experta, la refuerzan otros hallazgos de su estudio que enlistan las razones principales por la que prefieren retrasar el “gran paso” de compartir la renta con su persona especial:
- 50% quiere tener su propio espacio.
- 37% quiere ahorrar.
- 34% asegura que así tiene menos discusiones.
- 33% indica que les resulta más divertido.
En contraste, los encuestados que optan por vivir juntos indicaron que para ellos es una ventaja para tener mayor intimidad (77%) y construir confianza (59%).
Cabe mencionar que esto no sólo aplica a los millennials de menor edad, puesto que la plataforma ha observado que el rango de edad de los mexicanos que están en búsqueda de roomies van en aumento. A la fecha, 30% de sus usuarios supera los 35 años. Coincidentemente, datos oficiales revelan que los mexicanos jóvenes aspiran cada vez menos a casarse: mientras que en 2006 se registraban 5.4 matrimonios por cada mil habitantes, en 2016 la cifra descendió a 4.4.
Independientemente de las cuestiones financieras y personales, otro factor involucrado es que los millennials tienen un ritmo de desarrollo profesional diferente: según predicciones de Manpower, los jóvenes de hoy están conscientes que jubilarse anticipadamente ya no es una posibilidad, por lo que su vida productiva se extiende hasta después de los 65 o 70 años.
“En este contexto, los planes de vida como casarse y tener familia pasan a ser algo que aún ven bastante lejano y prefieren concentrarse en lograr sus ambiciones profesionales, académica, de negocios y de autodescubrimiento, por lo que formalizar sus relaciones al vivir en pareja no se convierte en una prioridad”, concluyó Pamela Olvera.