No es porque la palabra se escuche muy cool, para algunos tiene sus ventajas…
Por Abril Mulato
Hace relativamente poco me enteré de que en los últimos meses se ha popularizado una nueva forma de co-habitar en distintos espacios de ciudades que, la mayoría de las veces, suelen ser bastante caras si lo que se busca es rentar. Se le llama coliving y es, en palabras simples y llanas, un tipo de vivienda compartida.
Según lo que he leído, esta alternativa te permite rentar cuartos privados dentro de departamentos o casas que se encuentran en zonas estratégicas de grandes urbes y te ofrece esquemas de contratación cómodos y relativamente sencillos.
Aoc…Perdón pero como últimamente estoy en mi mood de “Señoraaa, no le quite años a su vida…”, la verdad es que la primera vez que escuché la palabra no me quedó tan clara la diferencia que había entre vivir en un coliving y rentar un depa con otras personas en un depa random de la ciudad.
Me puse a googlear un rato y me topé con –classic– 40.000 detractores. Entre otras cosas que no me parecieron tan relevantes para mencionarlas, estas personas aseguran que cuando rentas en un coliving pagas precios muy altos espacios sumamente pequeños. “Es una tomada de pelo”, se en la sección de comentarios de una nota. “Las empresas engañan a la gente cobrándoles lo que quieren”, dice otro más. “El coliving promueve la gentrificación”, se lee en un post de Facebook. (Como si el Airbnb en el que te quedaste la última vez no lo hiciera. LOL )
Pero entonces si el coliving es taaan mala idea, ¿por qué hay gente que decide vivir en estos lugares? Para no quedarme con la duda busqué a dos personas que actualmente habitan en uno de estos espacios. Lucía y Fernanda viven el Covive, una empresa mexicana que ofrece este servicio y bueno, esto fue lo que me platicaron.
Lucía, 23 años
Me llamo Lucía, soy originaria de España y soy estudiante de arquitectura. En mi caso no me he independizado definitivamente todavía, de hecho llegué a México hace tres meses y medio para realizar unas prácticas en un estudio y actualmente vivo muy cerca del trabajo, específicamente en la Colonia Roma Norte.
Yo decidí vivir en un coliving por las facilidades de rentar un cuarto sin necesidad de tener un aval. Vengo de otro país así que necesitaba llegar a un espacio completamente amueblado y listo para habitar que tuviera la certeza de que existía incluso antes de que llegara a la ciudad.
En mi caso, Covive, la empresa con la que firmé contrato, me respondió rápidamente y me concedió una videollamada para poder ver el departamento desde España. Después los trámites fueron muy sencillos. Firmé un contrato de renta en el que figuraban todas las condiciones de alquiler del departamento y las reglas de convivencia.
Aquí también es necesario pagar un mes de deposito (en mi caso también pagué un mes de reserva para poder rentarlo con antelación), pero eso me facilitó mucho la llegada a la Ciudad.
Yo vivo solo con una persona más y pago 15.000 pesos mensuales. El departamento cuenta con una cocina/comedor/sala de estar conjunta muy bien iluminada y decorada, y cocina completamente equipada. También tiene un centro de lavado que compartimos con otro departamento en el que habitan 5 personas.
La sala de estar también se comparte, pero las dos habitaciones del espacio en el que vivo cuentan con baño independiente y balcón, así como armarios grandes y mesilla de noche. El edificio tiene una azotea grande donde poder organizar parrilladas y fiestas, compartido con todos los vecinos pero que casi nadie utiliza.
Lo que más me gusta es la rapidez de respuesta de los miembros del coliving ante cualquier problema. Siempre se encargan de que todo funcione y se preocupan de organizar eventos para conocer la cultura mexicana y poder estar en contacto con inquilinos de otros colivings.
Hay quienes creen que convivir con muchas personas puede ser un agobio, pero a mí lo que menos me gusta es compartir el departamento con solo una persona ya que no hay sentimiento de ‘convivencia’, que es lo que buscaba inicialmente al mudarme, pero se compensa con las reuniones que se organizan.
Es cierto que es más caro que la media de depas de la zona, pero se ofrece servicios adicionales (reparaciones, organización de eventos, atención personalizada) que no tendría si rentase un cuarto en un piso cualquiera.
Yo creo que esta es una buena experiencia para conocerte a ti mismo, aprender a convivir con los demás y comprenderlos e incluso para hacer amigos de por vida. Es algo que se debe hacer para apreciar volver a tu casa aunque sea solo temporalmente. Personalmente creo que me ha ayudado a ser una persona mucho más abierta y más fácil de tratar que antes.
Fernanda, 34 años
Me llamo Fernanda, me dedico a las finanzas y tengo 30 años. Trabajo en la Ciudad de México y llegué al coliving luego de haber rentado con roomies. Decidí mudarme porque quería un lugar que estuviera más cercano a mi trabajo.
Antes vivía en la del Valle y trabajaba en la Juárez y ahora vivo en la Roma desde hace cuatro meses.
Creo que las diferencias principales de vivir en un coliving a vivir en un depa con roomies es básicamente que tienes un administrador de por medio que cualquier problema o incidente ya sea con tus roomies o con el departamento se encarga de resolverlo y también funciona como intermediario.
Viviendo con roomies te enfrentas a varias problemáticas. Por ejemplo puede que alguien no te quiera pagar la renta, o que tu roomie sea super sucio. En el coliving tienes a alguien que funciona como árbitro y eso es sumamente práctico.
Y también creo que desde una perspectiva de la administración del lugar, que tu tengas el contrato a tu nombre a veces te hace el responsable de solucionar los problemas del internet, del cable, del gas y no siempre es fácil hacerse cargo de todo por cuestión de tiempos. En los colivings solo tienes que mandar un mensaje.
El trámite en mi coliving es muy sencillo porque no te piden aval, pagas una renta fija y puedes facturar.
En mi departamento vivimos 3 personas y las áreas comunes las compartimos con los habitantes de otro departamentos que está arriba del nuestro. Es como una mini casa que compartimos todos. Están separados los departamentos, pero sí convivimos bastante. Hay otras espacios que sí parecen más casa.
En estos meses me he sentido muy cómoda porque cualquier cosa siempre hay alguien ahí que me ayuda a solucionar los problemas. El que haya un administrador ayuda a que no sientas que le estás robando el tiempo a alguien por pedirle cosas. Si tú le pides a un roomie necesito que te quedes a esperar a que arreglen el internet o que te ayuden a abrir la puerta porque tu llave no sirve. Sientes que le estás haciendo perder el tiempo a alguien.
La única desventaja podría ser que es un poco más caro que la media. Yo pago menos que los demás porque comparto el baño y aparte llevé mis muebles. Justo ahora pago 10.000 pesos mensuales. Si te pones a ver depas en la zona puedes encontrar depas de 20.000 pesos que puedes compartir con 30 personas, entonces el diferencial puede ser de un 30% o 35%.
Otra cosa es que hay actividades de entretenimiento como si fuera un hostal. Eso te da chance de conocer a gente de todos lados. Organizan viajes, noches de películas de terror, noches de mezcales y cosas así. A veces lo pagan en el coliving y a veces lo pagas tú, pero está padre.
Sobre las críticas que hay, yo creo que hay quienes como a mí nos da flojera estar revisando todos los servicios y más cuando tienes horarios laborales muy extendidos en la oficina y tienes cero paciencia. Yo creo que es un poco lo mismo de un Cornershop, tú le pagas a alguien para que vaya al súper y le pagas un diferencial por ese servicio. Si vas tu directo al súper está bien, pero hay quienes estamos dispuestos a pagar para no hacerlo. Es así de sencillo.
Entonces, abro debate:¿Sí coliving o no coliving?