Queríamos sacar a esta criatura del museo de los roomies de terror desde hace tiempo. Su existencia casi no se menciona por lo asqueroso que puede llegar a ser (confesamos que el título original para este Roomie de terror era “el chaqueto”) pero, como si fuéramos un episodio de La historia detrás del mito, te lo presentamos.
De los rincones más profundos del museo de los roomies de terror, hemos sacado al roomie que goza del autoplacer a niveles incómodos. Para este tipo de roomie cualquier momento del día es apropiado para darse autoamor y en más de una ocasión, seguro que has pasado un mal rato.
Y al roomie de terror le dieron la 1, las 2 y las 3…
No importa si era de día o de noche, tu roomie de terror se fue de largo con su sesión de autoplacer. De día te sientes incómodo por estar compartiendo el espacio con alguien que constantemente realiza una actividad nada silenciosa que puede llegar a sonar en las videollamadas de tu trabajo o en tus clases virtuales y que por las noches, no te deja dormir.
Sonidos desagradables everywhere
Aunque buscar inspiración para echarse una ronda de autoplacer no está mal, para eso hay audífonos. Nadie quiere que escuchen lo que le inspira a la hora de masturbarse, excepto quizá, por este especimen al que no le importa tener su Hentai a todo volumen mientras preparas tu comida. Si quieres vengarte, ponle este mix de canciones cristianas a todo volumen cuando sepas que está dormido.
No hay certeza de la higiene del roomie de terror en cuestión
Siendo sinceros, no sabemos en dónde ha tenido las manos durante todo ese rato y tampoco lo ves con muchas intenciones de lavarlas. Revolotea peligrosamente por toda la casa y especialmente la cocina, así que nos encontramos en una encrucijada donde no sabemos si pedirle que se lave las manos o resignarnos.
Este roomie de terror te ha dejado en vergüenza al menos alguna vez
Suspiramos profundo para contarlo, pero en más de una ocasión ese roomie se ha puesto a darle duro a su autoplacer justo cuando estaban tus amiguis del trabajo o de la escuela, o en el peor de los escenarios: tus papás estaban de visita.
Nuestras recomendaciones con este roomie de terror son: Recuérdale lo establecido en el contrato que firmó. Dale un ultimátum sobre su conducta indeseable y si esto no ayuda, en definitiva busca otro roomie mucho menos desagradable. Recuerda que si quieres saber sobre otros roomies espantosos y qué hacer con ellos puedes encontrarlos en este enlace.