Por: Ana Lucía Bravo

Hoy en día, afortunadamente, todos tenemos la libertad de ir en búsqueda de una vida que nos satisfaga. Todos queremos trabajar (o estudiar) en algo que nos guste, compartir nuestra vida con quién nos guste y dónde nos guste. Ninguno de los tres puntos es tan fácil de definir, ya que para tener claro cada uno de ellos, tenemos que pasar por ciertas experiencias que aunque no siempre son gratas, definitivamente nos ayudan a descubrir lo que nos hace felices y lo que verdaderamente no queremos en nuestras vidas. Cada vez resulta más evidente que muchos (incluso me atrevería a decir que todos) nos podemos dar la oportunidad de elegir dónde queremos vivir. Es una importante decisión en la que influyen factores que cada quien jerarquiza de manera diferente.

Muchas veces cuando llegamos a cierta edad, nos damos cuenta de que nuestro hometown no cumple con las expectativas de lugar en el que nos gustaría vivir, ya sea porque ninguna universidad ofrece la carrera que queremos estudiar o porque no nos gusta pasar largas horas en trayectos de un lugar a otro. No me mal entiendan, tanto encanto tiene una gran capital como una pequeña provincia, pero qué tal si habláramos de una ciudad que tiene tanto las ventajas de una, como de la otra. Me refiero a la Ciudad de Mérida, Capital del Estado de Yucatán al bello sureste de nuestro país.

Ya sea que busques una ciudad para vivir mientras estudias o pretendas empezar a abrirte camino en el mundo profesional, Mérida resulta una opción ideal donde se puede tener un estilo de vida bastante cómodo. Con una amplia oferta de carreras y universidades con diferentes enfoques y costos, se ha convertido en un lugar donde convergen estudiantes de todo el país. Para los jóvenes del sureste, Mérida resulta la alternativa más obvia, pero poco a poco aumenta también la cantidad de jóvenes capitalinos y norteños que vienen buscando un área de oportunidad donde todavía haya terreno fértil para empezar a construir su futuro así como una ciudad donde la inseguridad no sea realmente una preocupación.

Es un balance poco común en el que encuentras de todo pero aún así queda un gran espacio despejado para empezar cualquier tipo de negocio. La ciudad lleva más de 10 años en constante y notorio crecimiento. El mercado de Mérida solía ser complejo, probablemente has oído decir que son una población con mentalidad y costumbres un tanto cerradas. Esto ha ido cambiando. Con el encanto de que se conservan muy bien las tradiciones, la diversidad, en todos los aspectos, empieza a ser una de las principales características para describir la ciudad. Como en todos lados, la oferta de los servicios y opciones de entretenimiento, varía dependiendo de la zona en la que te encuentres. Las personas en Mérida por lo general son amables y simpáticas. Será suficiente con que hagas un buen amigo yucateco, para que su familia y amigos te acojan como si te conocieran desde siempre.