Muchos hemos tenido que tomar la noble y valiente decisión entre saber si comeremos bien en la semana o si vale la pena comer tortillas duras con tal de comprarnos ese capricho al que le traemos ganas desde hace meses. Aceptémoslo: darnos esos pequeños gustitos también contribuye a que nos sintamos bien con nosotros mismos. Y es que si trabajas duro para ti, ¿por qué no gastar dinero en ti?
En nuestras entregas de roomies terroríficos, nos hacía falta ese roomie mala paga al que no importa si le avisas una quincena antes de que se avecina el momento del pago o si te mete en apuros y terminas vendiendo un riñón, siempre tendrá una excusa para pagar la renta mucho, mucho después.
¿Alguna vez has hecho cuentas del dinero que te gastas en agua al mes? ¿O en 6 meses? ¿Y en un año? Si compras un garrafón de agua cada 3 días, un filtro de agua sería un súper hack para ahorrar dinero a largo plazo y que prácticamente se va a pagar solo.
Si con tu salario te alcanza para librar el mes pero vives algo ajustado, la clave está en internet, donde encontrarás otras maneras de ganar una lanita extra para que te aflojes un poco el cinturón y respires.
Si aún ahorras en una botella de agua tus monedas que te sobran o lo metes en un cofre con candado, es hora de ir pensando bien en cómo ahorrar de manera más eficaz y segura (es decir que no te lo gastes en cualquier momento).
