Aunque sean buenos amigos, siempre habrá diferencias con tu roomie. Aprende a comunicarte mejor para aclarar las cosas sin problemas. Sigue estos 7 pasos para no pelear con tu roomie.

Una de las tantas cosas que no nos enseñan en la escuela es a dialogar como adultos civilizados. Nunca faltará alguna cosa que te moleste y, a menos que tu roomie sea Charles Xavier, no podrá leer tu mente. Confronta la situación de buena gana, porque discutir no es lo mismo que pelear. Te damos algunos tips para evitar malos entendidos:

1. Programen el momento para charlar

Si te avientan un reclamo como bomba al borde de un examen final o cuando vienes cansado de un día horrible en el trabajo, es probable que la otra persona no reciba lo mejor de ti. Como señor@s, agenden un momento para platicar cuando sepan que los dos tendrán tiempo suficiente y estarán relajados para conversar con calma. 

2. Ten claro el tema del que quieres hablar

Si es necesario, anota desde antes los puntos que quieres abordar para que no se te olviden y evitar una pelea. No te pierdas en la chorcha o en temas anteriores y enfócate en buscar soluciones ahora. 

3. Cuida lo que dices y cómo lo dices

Evita las quejas si no hay necesidad y di las cosas de manera amable. Tu lenguaje es importante, incluyendo el lenguaje corporal: no hagas caras ni digas groserías y, por lo que más quieras, no alces la voz. Eso hará que la otra persona se altere y la cosa se puede poner fea y terminar mal.

4. Escucha con paciencia

Pon atención y tomen turnos para hablar en la discusión. No se interrumpan, no es clase de primaria. 

5. Sepan cuándo retirarse

Si alguno de los dos está a punto de salirse de sus casillas a media discusión, díganlo y hagan un paréntesis. Pelear no resolverá nada. Mejor, retomen la conversación cuando se hayan bajado los humos y ambos estén de buenas otra vez. OJO: No evadan el tema, sólo no saquen a Hulk. 

6. Negocien para llegar a acuerdos

Propongan soluciones al problema o un punto medio que les convenga a ambos. Cada quién tiene que poner de su parte, y en ocasiones hay que ceder un poco para lograr que funcionen las cosas y evitar pelear. No por eso dejes de ser asertivo, ten presente que hay que ser tolerantes pero no en exceso.

7. Respeten los acuerdos para evitar pelear con tu roomie 

Haz un compromiso y cúmplelo. Si la fricción se repite, busca otra solución. Si se vuelve un punto de conflicto, considera cambiar de roomie (no sin antes revisar este artículo para saber si el roomie problemático eres tú). Esperemos que no sea el caso.

Ya arreglada la situación, dénse un chance de brindar por ser adultos funcionales y evitar una discusión que termine en pelea. ¡Les deseamos lo mejor!