Más de lo que quisieras aceptar, le das prioridad a tu trabajo sobre todo lo demás de tu vida. El deseo de triunfar profesionalmente puede empujarte a dejar de lado tu propio bienestar.
No te preocupes, también hemos estado ahí y por eso sabemos que un buen balance entre la vida laboral y personal es fundamental para ser feliz y estar en equilibrio.
Equilibrar tu trabajo con la vida personal tiene un montón de efectos positivos: reduce el estrés, el agotamiento y una mayor sensación de bienestar.
Por si no sabías, en países como Australia, Alemania, Suiza, Dinamarca y Noruega, la ley establece jornadas laborales de alrededor de 35 horas a la semana.
Para que tu paso por el mundo mejore considerablemente y te sientas más feliz, te compartimos 6 consejos que puedes comenzar a aplicar para tener un buen equilibrio entre la vida laboral y personal.
#1 Acepta que no existe un equilibrio “perfecto” entre el trabajo y la vida personal
Cuando escuchas “balance entre la vida laboral y personal”, probablemente te imaginas tener un día de trabajo extremadamente productivo y salir temprano para pasar la otra mitad del día con tus amigos.
Claro que esto sería ideal, pero no siempre es posible.
No te esfuerces por tener el horario perfecto y considera uno que sea realista. Algunos días, posiblemente te concentres mejor en el trabajo, mientras que otros tengas más tiempo para pasarla con tus cuates.
El equilibrio se logra con el tiempo, no en un solo día.
#2 Encuentra un trabajo que te guste
Aunque no siempre es posible tener el trabajo soñado, sí es súper importante que tengas un trabajo que te guste.
Si odias lo que haces todos los días, no serás feliz y punto.
No es necesario que ames todos los aspectos de tu trabajo, pero sí debe ser emocionante para que no te dé flojera levantarte de la cama cada mañana.
Lo ideal sería que tengas un trabajo que te apasione tanto que lo harías gratis.
Aunque no siempre es posible, al menos tienes que asegurarte de no estar en un sitio con ambiente tóxico, haciendo algo que te choca hacer o con un jefe mala onda y si este es el caso, es hora de buscar un trabajo nuevo.
#3 No tengas miedo de desconectarte
Desconectarte por completo de lo que pasa en tu trabajo te ayudará a recuperarte del estrés y equilibrar tu vida personal.
No tengas miedo de cerrar por completo tu correo de la oficina y de poner tu celular en “no molestar”.
Es válido que te desconectes para pasar un rato divertido con tus amigos o simplemente para descansar.
#4 Establece un horario de trabajo y apégate a él
Ya sea que estés haciendo home office o vayas a la oficina, es importante que establezcas un horario de trabajo. De lo contrario, es posible que termines atendiendo tu chamba a altas horas de la noche, durante tus vacaciones o en fin de semana.
Si lo ves viable, acostumbra a tus compañeros de trabajo a que después de cierta hora no estás disponible. De ser posible, platícalo con ellos para que también establezcan sus propios horarios y juntos logren un mejor balance entra la vida laboral y personal.
#5 Define prioridades y ponte metas
Pon atención a cuándo eres más productivo en el trabajo y bloquea ese tiempo para hacer tus actividades laborales más importantes.
Evita revisar tu correo electrónico y teléfono cada 5 minutos, ya que eso hace perder tiempo, desvía tu atención y afecta tu rendimiento.
Estructurar tu día laboral de acuerdo a prioridades y metas puede mejorar considerablemente la productividad en tu trabajo, lo que puede resultar en más tiempo libre para tu vida personal.
#6 Haz tiempo para ti, tu familia y tus amigos
Si eres de los que de plano pasa semanas y hasta meses sin ver a tus amigos o familia, definitivamente tienes que hacer algo al respecto.
Tu trabajo no debe ser todo en tu vida. De verdad, con el tiempo te arrepentirás de eso y hasta tu salud se puede ver afectada.
Tal vez te parezca “extremo” pero planea con agenda en mano el tiempo que quieres para relajarte o pasarla con alguien más. Aparta ese día y hora en tu calendario y pase lo que pase, no lo cambies o pospongas. Apúntalo como una actividad más que sí o sí tienes que cumplir.
Y recuerda: nadie en la empresa en la que trabajas te querrá tanto como lo hacen tus amigos o familia. Todos somos reemplazables y no importa qué tan importante crees que seas en tu trabajo, la empresa no parará ni se verá afectada si tú ya no estás. Fuerte, pero cierto.
Así que no esperes más ¡y aparta tiempo para estar con las personas que más quieres!