En México, la palabra “Godínez” no es solamente un apellido: es un estilo de vida, que se vive de quincena a quincena con tupper bajo el brazo. Te contamos 8 cosas típicas de Godínez.
Ser Godínez es toda una subcultura en México, y es que trabajar para corporativos de 8 a 6 tiene su gracia. Si eres Godínez o lo has sido alguna vez en la vida, te decimos 8 cosas de Godínez con las que te vas a identificar.
Cosas de Godínez #1: El lenguaje chistosón
Cuando eres Godínez, los días vienen con descripción: “miércoles, ombligo de semana”, “el juebebes” o “ya es viernes -y el cuerpo lo sabe”. Abundan títulos nobiliarios como “mi lic”, “inge”, “arqui”, “conta” o “doc”. Nunca faltará el que aviente un “buenos días por la mañana” al llegar o un “vámonos que aquí espantan” al punto de la hora de salida. La media hora después de comer está bautizada como la hora del “mal de puerco” (aunque si es quincena, evoluciona a “la hora del jabalí”). Después de comer, se dice “provechito“. Si te encuentras a alguien que no conoces, siempre podrás sacarle plática con un “¿qué dice el tráfico?” y la frase más dicha de todos los tiempos es y seguirá siendo “¿ya depositaron?”.
Cosas de Godínez #2: La fila eterna para usar el microondas
Típico que da la hora de comer y todos salen corriendo para agarrar buen lugar en la fila para calentar su lunch en micro. La mitad de tu hora de comida —que en realidad es de 40 minutos porque siempre hay algo que entregar para ayer— se te va esperando al compañero que calienta las tortillas por separado. Entre plática cordial de a fuercitas acerca del clima o de cuándo caerá la quincena, tendrás que esquivar miradas matadoras si te tardas segundos de más abriendo tus tuppers. Cuando terminas este ritual, sólo te quedan 20 minutos para zambullirte tu torta sentado junto al teclado. ¡Aguas! Que jamás se te ocurra llevar pescado si no quieres ganarte enemigos en el piso.
Cosas de Godínez #3: El compañero que vende dulces
A una hora difícil de rastrear por los jefes, un compañero pasa encubierto con una mochila llena de palanquetas, cacahuates, gomitas, paletas, galletas, sabritas y chicles. Si pasa por los demás pisos, corres el riesgo de perderte la mejor mercancía a menos que seas un cliente regular.
Cosas de Godínez #4: La doña de los catálogos
La variedad de productos que se venden por abajo del agua en una oficina es increíble, y es que las doñas manejan catálogos de todo: ropa, bolsas, perfumes, maquillaje, artículos para el hogar, edredones, tuppers, zapatos y hasta joyería. Eso sí, siempre tienen opciones de paguitos quincenales. Normalmente, la doña de los catálogos es amiga de la señora que lleva la tanda.
Cosas de Godínez #5: La hora de ir a la tiendita y las coperachas
Salir a la tiendita es una actividad necesaria en la vida de todo Godínez para mantener la salud mental. El “¿alguien quiere algo de la tiendita?” sólo aplica cuando hay un máximo de 5 personas al rededor para no acabar cargando fruta con chile y tres cafés. Y cuando hay confianza en el piso, se arman coperachas para comprar el café para la cafetera, la coca o el pastel para el cumpleañero, aunque al final sólo te toque una rebanadita envuelta en servilleta.
Cosas de Godínez #6: El chisme de radiopasillo
Si quieres encajar en la bolita Godínez, tienes que aprenderte los apodos de los altos mandos, así como los chismes de lo que se dice por ahí en un sistema de comunicación infalible que atraviesa las oficinas llamado “radiopasillo”. Si por fin descubrieron quién es el que deja su taza sin lavar en la cocina o si el amor secreto del becario con la asistente del director terminó, seguro que te enteras.
Cosas de Godínez #7: Sentirte rico cuando llega la quincena
A fin de quincena todo es Maruchan, hot dogs del Oxxo y cigarros sueltos, pero cuando cae el depósito te sientes Jeff Bezos por unos instantes. La quincena es el momento de darte tus lujitos, así sea pedir el café más grandote del Starbucks, salir a comer a un restaurante en vez de la fonda de $60 pesos o invitar a tu amix al cine al 2×1. Justo ese día es cuando la doña de los catálogos aprovecha para venderte cosas que no necesitas, así que sé precavido con tu dinerito para no andar contando las monedas para el transporte o quedarle a deber al viene-viene.
Cosas de Godínez #8: Las fiestas de la empresa
Probablemente la rutina de entrar a trabajar cuando todavía no amanece y salir cuando ya se fue el sol sea amarga, pero en los aniversarios y las posadas se te olvida. No hay nada mejor en el mundo Godínez que sacarte una sandwichera en la rifa o ver a tus jefes súper jarras perdiendo el glamour. Si hay música y alcohol, seguro que el ambiente se pondrá bueno y habrá muchos apodos nuevos al siguiente día. Eso sí, no te pases de tragos si no quieres ser recordado por un oso que tus compañeros carrilleros jamás te dejarán olvidar.
Si eres Godínez pero la pandemia te tiene trabajando en casa, checa este artículo con 7 Desventajas del home office que todos estamos sufriendo. Y para que te rías un buen rato de ti mismo, échate la película de “Home Office: un especial de Mirreyes contra Godínez”. Otra buena opción es “Rebelión de los Godínez”, donde podrás ver a Bárbara de Regil de saquito en vez de outfit deportivo.