Decir “finanzas personales” suena a algo complicado que solo dominan los contadores y ricachones, pero esas dos palabras tienen más que ver contigo de lo que imaginas. ¡Incluso cuando cuentas tu cambio para el pasaje! Aprender a administrar tu dinerito es muy útil y más fácil de lo que crees. Te lo explicamos con bolitas, palitos y fotos de Bob Esponja para que no te aburras.

A todos nos pasa: la quincena se acaba más rápido que el interés de tu crush por WhatsApp y te quedas preguntándote “¿qué fue lo que hice mal?”. Es aquí donde entra la utilidad de las finanzas personales, pues herramientas simples como conocer tu presupuesto mensual para gastos te ayudarán a tener una idea de cuánto dinero pasa en realidad por tus manitas (por cierto, échate gel antibacterial, no queremos que se te pegue el virus). En este artículo te contamos los tips más básicos para que logres armar un presupuesto mensual. ¡Y SIN LLORAR! (porque pobre…).

Paso #1 para armar tu presupuesto mensual: Conoce tus gastos

El primer paso para organizar tu dinero es saber cuáles son tus gastos. Ve por una libreta y un lápiz que tenga punta. Vas a hacer un registro de todos los gastos fijos que tengas a lo largo de un mes, desde los más pequeños como la propina del viene-viene de siempre o los cigarros sueltos, pasando por los medianos como la tanda de la oficina o tu última compra a meses, hasta los más grandes como la renta del depa. No olvides incluir los cargos automáticos de los servicios que tengas asociados a tus tarjetas, como el pago de la luz, el plan de tu teléfono, el internet o la suscripción del Netflix (revisa que no estés suscrito a algo sin saber, porque hay casos…) y también registrar tus gastos de cuentas digitales como Paypal. Si eres víctima de las tarjetas de crédito, checa tus estados de cuenta para saber cuánto tienes que pagar cada mes —y échale un ojo a este artículo de cómo manejar tu tarjeta de crédito para asegurarte de que estás haciendo un buen uso como adulto respetable. Usa la calculadora de tu Smartphone y súmalo todo. Ese número representa tus egresos mensuales. Esperamos que la cantidad de lo que cuesta mantener tu cuerpecito no te haya agarrado por sorpresa.

Paso #2 para armar tu presupuesto mensual: A contar cada centavo

Ya contamos el dinero que sale, ahora vamos a contar el dinero que entra. En la misma libreta vas a agregar todo el dinero que recibes, como tu sueldo, la parte de la renta de tu roomie, y cualquier otra entrada que sea 100% segura. Lo que ganaste por la venta del mueble de tu abuelita no cuenta; tampoco el billete que te dio por tu cumpleaños (a menos que seas el nieto consentido y te lo de cada mes). Solamente puedes tomar en cuenta las entradas que nunca fallan, cualquier otro dinerito es un extra. Anota las fechas y el monto que recibes. Después, usarás de nuevo la calculadora para sumar las cantidades, y la cifra que obtengas será la de tus ingresos mensuales. En este punto, puedes hacer una pausa para quitarte la basurita que se te metió en el ojo.

Paso #3 para armar tu presupuesto mensual: Es tiempo de hacer el recuento de los daños

Tienes dos cifras frente a ti, y de verdad esperamos que la de egresos no sea mucho mayor que la de ingresos. Si es así, ¡respira profundo y no llores! porque ya vas por buen camino para tomar el control de tus finanzas personales. El presupuesto mensual te ayudará a aclarar cuáles son tus gastos más grandes e identificar los que tal vez no sean necesarios. Si eres afortunado y tus ingresos son mayores que tus gastos, el presupuesto mensual te ayudará a organizarte para ahorrar o tener un guardadito para alguna emergencia. En cualquier caso, grábate estas palabras de sabiduría: no puedes gastar dinero que no tienes. Sigamos con la misión de elaborar tu presupuesto mensual.

Paso #4 para armar tu presupuesto mensual: Divide y vencerás

Para terminar de enterarte por dónde se va tu quincena y distinguir los gastos necesarios de los que no lo son, lo que sigue es clasificarlos en categorías generales y luego en otras más específicas. Ordena tus categorías según prioridad, poniendo primero las que son absolutamente necesarias (como tener un techo con cama calientita y Wifi) y luego las que no son indispensables. El chiste de un presupuesto mensual es que sea personalizado y cubra tus necesidades, así que asegúrate de incluir gastos recurrentes imprescindibles y también gastos que quizás no sean de vida o muerte pero te hacen muy feliz. Por ahora no te preocupes si te alcanzará o no, eso lo veremos en el siguiente paso.

Para que no te rompas el coco, te aconsejamos cómo organizar tus gastos:

  • Vivienda y servicios: Aquí pondrás la renta, luz, agua, gas, internet, celular y mantenimiento. 
  • Alimentos: Acá van tus compras del supermercado, el café de las mañanas camino al trabajo, tus antojos y tus salidas a comer.
  • Transporte: Esta sección para tus gastos de traslado, ya sea la gasolina de tu coche, el Uber o tu pasaje del transporte público.
  • Gastos personales: En esta categoría puedes poner cuestiones de salud, ropa, cosméticos, tus compras impulsivas por internet, etcétera.
  • Ahorro: Un adulto respetable piensa en su futuro, y si nos estás leyendo, ya eres uno. Considera la sección de ahorro para tus metas (como esas vacaciones que sabes que te mereces) o para tener un colchón para imprevistos. Estos 3 retos para empezar a hacer tu cochinito son un buen inicio si ahorrar no es lo tuyo. 
  • Otras categorías: si tienes una mascota o pagas tus estudios, te recomendamos que hagas secciones para ello. Y si tienes deudas que pagar, también.

Paso #5 para armar tu presupuesto mensual: Distribuye tu dinero

Ahora que ya tienes claro el monto de ingresos fijos que tienes disponibles cada mes y cuáles son tus prioridades, es hora de distribuir el varo. Tomando en cuenta tu registro inicial, ve asignando cierta cantidad a cada categoría que hiciste en el paso anterior y repártelo en las secciones específicas según su importancia. Si llegas al monto total de tus ingresos, significa que agotaste el dinero que tienes disponible y que debes hacer algunos sacrificios. 

Como no queremos que andes por la vida en números rojos, tendrás que volver a revisar las cantidades que ya asignaste y decidir a cuáles les puedes quitar un poco para cubrir lo que realmente necesitas. Este proceso puede ser un poco tardado y doloroso, pues decirle adiós a tus lujitos no es fácil, pero tienes que ser honesto con tus prioridades para ponerle orden a tus finanzas personales y comprometerte con esa meta. Te recomendamos que le des una leída a este artículo de gastos hormiga que te están llevando a la bancarrota para ver si el dinero se te está yendo en cosas innecesarias.

Paso #6 para armar tu presupuesto mensual: ¡No vale rajar, campeón!

¡Lo lograste! Ya tienes tu prespuesto del próximo mes, pero para que todo este martirio haya servido de algo, es importante ser perseverante. Eso significa seguir registrando todos tus ingresos y egresos en sus respectivas categorías, y sobre todo, cumplir con los límites de gastos que ya estableciste. Tu Smartphone será tu mejor amigo para esto, pues hay varias aplicaciones súper útiles. Fintonic es una app de finanzas personales que te permite manejar todas tus cuentas bancarias desde un solo lugar, además de planear tu presupuesto mensual, llevar un control de gastos y ahorrar. Una alternativa más sencilla es Monefy, que te permite hacer un seguimiento de tus gastos sin complicaciones. Ambas aplicaciones están disponibles para Android y IOS. Otras opciones son MoneyWise, Spendee, DollarBird y Whallet.


Recuerda que el presupuesto mensual es una herramienta para lograr tus objetivos, así que con el paso del tiempo puedes ajustarlo para que te funcione mejor. A fin de cuentas, es tu dinero y tú decides qué hacer con él. Si quieres seguir aprendiendo a manejar tu lana, te recomendamos el podcast Dimes y billetes, .