Muchos hemos tenido que tomar la noble y valiente decisión entre saber si comeremos bien en la semana o si vale la pena comer tortillas duras con tal de comprarnos ese capricho al que le traemos ganas desde hace meses. Aceptémoslo: darnos esos pequeños gustitos también contribuye a que nos sintamos bien con nosotros mismos. Y es que si trabajas duro para ti, ¿por qué no gastar dinero en ti?

Vivir pensando en que la siguiente quincena tampoco nos vamos a poder comprar esa freidora de aire que tanto queremos no es vida, así que nos unimos a ti en la misión de justificar las compras por internet que harás al terminar de leer este artículo, donde probablemente vas a gastar dinero de tu comida de la quincena en un capricho “innecesario” al que le traes ganas desde hace rato.

Por si no lo recuerdas, vida solo hay una

Y si, sabemos que esto puede ser lo más #YOLO que podamos decirte, pero siendo honestos no sabemos cuándo vamos a morir y qué feo sería habernos ido sin haber vivido nuestra vida al máximo. 

Si te diste chance de gastar dinero en ese capricho aunque te costó un ojo de la cara, no te preocupes, has sobrevivido a peores situaciones y además qué sería de la vida sin un poco de adrenalina. Checa estas recetas con las tortillas duras que tienes en el refri para que no te quedes sin comer.

Gastar dinero en ti te hará sentir motivado

Y no solo para llegar a la siguiente quincena arañando las paredes, no. Te hará sentir que todo lo que trabajas ha valido la pena: será un recordatorio constante de que trabajas tanto que mereces disfrutar de todo el esfuerzo que pones en salir adelante y ser un adulto independiente. Mira el gastar dinero en ti como una inversión para tu autoestima.

El fantasma y la necesidad de gastar dinero se irán

Sí, porque una vez que hayas comprado eso que tanto deseabas, las ganas de gastar dinero van a desaparecer y terminarás por ser más consciente que lo mejor de todo es iniciar un ahorro del que puedes sacar mayor provecho a largo plazo

Ojo: existe la probabilidad de que termines pidiendo ayuda a tus papás o a la tarjeta de crédito

Depende mucho del tamaño de tu caprichito (porque no es lo mismo gastar dinero en un funko de Stan Lee para tu colección que una freidora de aire o un coche nuevo) y de cómo sea de buena tu relación con tus padres o con el buró de crédito. Si tuviéramos que elegir una de las dos opciones, nos tragábamos la pena y elegiríamos a los papás porque no cobran intereses. Sin miedo a pedir PRESTADO, quizás alguno de tus pás pueda echarte la manita para que la libres en lo que te recuperas y armas un plan de paguitos para que tampoco te cueste tanto devolverles todo. En todo caso, checa nuestros tips para llevarte bien con tu tarjeta de crédito.  

¿Ya lo pensaste bien? si crees que gastar dinero en ese gustito que viste por internet es algo que sin dudas quieres hacer, ¡entonces anímate! Nosotros te sonsacamos a comprar ese vestido, la freidora de aire  que tanto deseas (porque señora) o esa consola de videojuegos que viste en oferta.


Decidas lo que decidas, sabes que cuentas con nosotros para que te armes un presupuesto para las comidas baratas y ricas o que encuentres una variedad de recetas que te harán el paro antes de irte a la oficina.