Sabemos que la renta, los servicios, los muebles, y miles de otras cosas implican gastos. Y que éstos a veces son difíciles de cubrir, sin embargo cuando compartes depa con roomies todo se divide en partes y las cosas se facilitan.
Si necesitas un último empujón para decidir independizarte, te compartimos 10 situaciones en las que probablemente te veas envuelto si sigues viviendo en casa de tus padres:
- No tocan la puerta antes de entrar.
Esa sencilla acción que implica golpear la puerta de tu cuarto antes de entrar, es algo que tus padres nada más no practican. Y tu sabes perfecto que no es que pase algo sorprendente en tu recámara o que no puedan ver, pero seguro te gustaría tener un poco de privacidad.
2. “Recogen” tus cosas.
Si dejaste algo en la sala o fuera de lugar, seguramente tus padres se encargarán de arreglarlo. Lo que sólo significa que lo desaparecerán o colocarán en algún sitio que jamás se te ocurrirá buscar.
3. Preguntas.
Eternos interrogatorios: ¿a dónde vas? ¿con quién? ¿a qué hora regresas? ¿por qué no llevas chamarra? etc.
4. Conversaciones obligatorias.
Probablemente no tuviste un buen día o simplemente no tienes ganas de hablar, pero tu mamá muere de ganas de contarte a detalle tu semana ¡no lo puedes evitar!
5. No poder cenar en tu cuarto
Si no compartes la mesa con tu familia seguramente tienes problemas y estás deprimido, no hay mas.
6. Llegar tarde.
Probablemente la fiesta se alargó o el tiempo pasó sin que te dieras cuenta y ya tienes 10 mensajes y 30 llamadas perdidas para saber si estás bien.
7. Convivir.
Si a tu tía se le ocurrió pasar a saludar a tu mamá: no importa cuánto trabajo tengas o qué tan cansado estés ¡es grosero no bajar a saludarla!
8. Ir al súper y disfrutar de tus compras
Seguramente tu hermanito llegó antes y se comió el helado que habías reservado para ver el final de tu serie.
9. Descansar todo un día.
Nunca podrás disfrutar del descanso que tenías en tu mente ya que si estás sin hacer nada rápidamente tu mamá encontrará 10 cosas en las cuáles puedes ayudarle y no desperdiciar tu día.
10. Escuchar música a todo volumen
Difícilmente tus padres y tu comparten gustos musicales así que olvídate de disfrutar un domingo entero de tu álbum favorito a todo volumen.