Típico, hay cosas súper incómodas que suelen pasar en la cena de Navidad con toda la familia reunida. Este año la vas a librar porque pandemia, pero te platicamos algunas con las que estamos seguros que te sentirás identificado y te damos unos tips para sobrevivir el año que viene.
Cosas incómodas de la cena de Navidad
Las fiestas decembrinas siempre terminan con alguna situación incómoda. Y ya que este año por fin se cumplieron tus deseos y te quedarás encerrado en casa esta Navidad de 2020, te contamos las cosas incómodas de la cena de Navidad y Año Nuevo de las que te vas a salvar, y te damos unos cuantos consejos para que vayas practicando y el próximo puedas sobrellevarlas con toda la calma y el humor posibles.
#1 Cosas incómodas de la cena de Navidad: Las tías chismosas
Todos tenemos una tía (o varias) que esperan que lleves la misma vida de doña que ellas y hacen preguntas incómodas como “¿Y la novia para cuándo?” o “¿No has pensado tener hijos? Ya se te está pasando el tren”. Realmente es fastidioso, a muchas, las ves una vez al año, ¿y se les ocurre decir eso? ¿de plano su vida es tan aburrida que tienen que estar al pendiente de la tuya? Así que te recomendamos que, con toda la tranquilidad del mundo, les respondas con algo aún más incómodo como: “El novio está en el hospital porque le fracturé el miembro” o “No he pensado en tener hijos, pero sí he pensado en una cirugía para parecerme a Pedrito Sola”. Si eres muy valiente, aviéntate un “Uy, no he pensado en tener hijos, es que veo cómo has batallado con mis primos y lo veo muy difícil. ¿Y mi tío ya no va a regresar?”. Toma el control a modo “Vamos a tener una conversación incómoda, pero no la que tú querías”. Verás cómo te dejan de preguntar sobre tu vida privada. La otra opción es ignorarlas o darles el avión.
#2 Cosas incómodas de la cena de Navidad: Pelea entre tíos borrachos
En las cenas familiares (no todas, pero sí es cliché) no faltan los tíos que beben de más y comienzan a querer pelear hasta con la pared. Mientras la situación no se ponga peligrosa, lo mejor en estos casos es prepararte unas palomitas de maíz y sentarte a ver el espectáculo, quizás hasta tomar foto o video para hacer memes de calidad. Ahora que si te gustan los deportes extremos y disfrutas al ver cómo el mundo arde, te recomendamos que la hagas de mediador para poder tirarle tierra a ambas partes sin salir lastimado.
#3 Cosas incómodas de la cena de Navidad: Los primos o sobrinos que quieren jugar contigo
Sí, sonará feo pero esos niños que creen que eres un columpio, una pared para escalar o un proveedor de dulces inagotable. Sabemos que es lindo y divertido estar un rato con los niños, pero parece que tu familia cree que por no tener hijos tú también eres uno. ¿Y todo para qué? Si ni te toca regalo de Santa. Así que, si ya quieres pasarte a la fiesta de adultos, puedes ponerles “un juego” con una servilleta o una moneda para que la sostengan con la frente y la pared y decirles que quien se quede más tiempo ahí sin que se le caiga, se ganará 20 pesos. Serán 20 pesos bien gastados pues verás cómo se cansan y se duermen más rápido, o al menos te dejarán disfrutar de tu sidra un buen rato. Y si eso no funciona, siempre puedes regresárselos a sus padres pues al final de cuentas no son tus hijos.
#4 Cosas incómodas de la cena de Navidad: obsequios chafas en el intercambio de regalos
A todos nos ha pasado que te esfuerzas en el intercambio y das un regalo genial pero terminas recibiendo calcetines o algo peor. ¡Ya no más! Para el siguiente año, puedes proponer que se haga un intercambio de regalos random donde se regale algo sin sentido, pero con una dedicatoria especial para esa persona. Por ejemplo, puedes regalarle a tu tía la chismosa una regadera para plantas y poner en la tarjeta “Para que la sigas regando”. Es una idea original y bastante divertida, sugiérela a la familia. Y si no quieren, simplemente tú también regala calcetines.
#5 Cosas incómodas de la cena de Navidad: El roast en el recalentado
El recalentado casi siempre es incómodo por todo lo sucedido la noche anterior, además de que nunca faltan los que se quejan de que “ya comiste mucho” y no te dejan engordar en paz, pero también suele ser divertido recordarle al tío borracho todo lo que hizo la noche anterior. Por eso, te recomendamos que no bebas mucho para que siempre estés al pendiente de todo lo que sucede en la cena y guardes las evidencias. Así, el día siguiente serás tú quien te rías recordando el oso que hicieron los demás. Como un plus, cuando todos estén alcoholizados o dormidos podrás ir a guardar en tuppers la última rebanada de pastel y lo que quedó de la ensalada de manzana solo para ti.
Este año es un respiro de todo esto, pero estamos seguros de que lo vas a extrañar: extrañarás los calcetines, los primos latosos, las tías incómodas y la comida de la familia. O quizás no. En todo caso, prepárate para disfrutar al máximo el siguiente año. Mientras tanto, te dejamos aquí un artículo de ideas de cómo celebrar la Navidad en pandemia. Será buena ocasión para recordar los momentos más awkward en las cenas de navidad de tu familia. ¡Cuéntanos! Nos encanta el chisme.